martes, 29 de diciembre de 2009

FELIZ AÑO NUEVO



Que a todos los que navegamos en este barco, nos traiga este ocaso un amanecer cargado de esperanza y que las olas y la brisa de este mar, que une a los pueblos, nos alejen de rencillas, odios y discordias y nos acerquen hasta una costa donde podamos compartir paz, salud, deseos e ilusiones.

domingo, 20 de diciembre de 2009

'Cioli', Medalla de Protección Civil

Nuestra asociación se felicita por contar con "Cioli" como Socio de Honor de Náufragos de la Mar

La primera vez que salvó una vida de las garras de la mar fue en 1947. Desde entonces, José Sanz Tejera, 'Cioli', no ha cesado en su empeño en robarle víctimas y ha rescatado a más de cien personas que estaban a punto de ahogarse. Por esta labor, que siempre ha desarrollado de forma altruista, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, le entregó ayer la primera Medalla al Mérito de Protección Civil de la Comunidad Autónoma en reconocimiento a sus «excepcionales méritos en materia de rescate en el mar».
El consejero de Presidencia, que quien depende Protección Civil, aprendió a nadar gracias a 'Cioli', según reconoció ayer. Los méritos acumulados por este santanderino de 87 años, así como el clamor de las personas que le han acompañado en sus andaduras, han hecho, según palabras de Mediavilla, «que no puede haber mejor persona para entregarle esta primera Medalla al Mérito».
El consejero también recordó que gran parte de las más de cien vidas que salvó 'Cioli' tuvieron lugar antes de 1980, «cuando aún no había socorrismo en las playas, de ahí que el mérito sea extra por la peligrosidad que suponía estos actos.
Tras sus primeros rescates decidió formarse y obtuvo el título de socorrista con el que «prestó un gran servicio a la sociedad cántabra», agregó Mediavilla.
Por su parte, Revilla, haciendo un guiño a su humor, le recordó que «esta medalla no es como la de las Olimpiadas, latón con un baño de oro, sino que es de oro macizo», a la que 'Cioli' respondió que le parecía «un poco pequeña», lo que provocó las risas de todos los asistentes.
El presidente cántabro le aseguró que «te mereces la medalla más grande del mundo, porque eres una referencia en este mundo tan egoísta». «Eres un ángel de la guardia, como las más de 400 personas que están aquí reunidas», subrayó.
«Gente como tú es imprescindible», agregó. Y refiriéndose a los más de 450 efectivos de los distintos servicios de seguridad y emergencias que trabajan en la región, reunidos ayer en el Hotel Palacio del Mar para celebrar su VI Encuentro Autonómico de Protección Civil, dijo «me siento orgulloso del cambio que se ha dado en la región en cuanto a protección Civil se refiere. Ahora hay gente muy bien preparada».
Fuente: "El Diario Montañes"

sábado, 19 de diciembre de 2009

NAUFRAGIO DEL ELORRIO


El historiador Rafael Gonzalez Echegaray en su libro Naufragios en la costa de Cantabria dedica un capitulo a la gran tragedia del Elorrio, perdido el 21 de diciembre de 1961.

Se fue a estrellar en estos acantilados de Langre, en lo más abrupto e inhóspito del litoral, en donde no cabían esperanzas de ninguna clase, justamente por la parte de afuera de la barrera de peñas que llaman la Manilla y que corre paralela a la costa, bien abierta de ella y sin acceso posible; algo así como un falso muelle de bloques de piedra batido implacablemente, que vela apenas en la bajamar dejando entre él y la tierra firme una poza mayor de anchura que la dársena de Puerto Chico en algunas partes. La enfilación del seno de Los Molinucos, con el Lastrón, extremo norte de la isla Jordanes, prolongada hasta cortar la costa de Langre, señala la tumba del Elorrio, en donde murieron 21 personas luchando horriblemente contra la furia de los elementos. Desde una altura de casi 70 metros, cortados a pico se encoge el alma pensando en la lenta agonía de aquellos hombres y en la impotencia desesperada de los testigos aterrados.

El "Elorrio" se construyó con el número 17 en los astilleros de la Sociedad Española de Construcción Naval de Sestao en 1922, para el armador Bilbaino Don Francisco Aldecoa y con el nombre de "Aldecoa", que tuvo durante toda su vida .
En 1959 el "Aldecoa" se vendió a la Naviera Ibaizábal, de Bilbao ( armador, señor Escudero) quien lo rebautizo "Elorrio" y lo pintó la chimenea de negro, y así efectuó varios viajes, para amarrar finalmente con la baja internacional de los fletes. Las importaciones de trigo originadas por la deficiente cosecha de España hizo desamarrarlo para hacer un viaje de Baltimore a Gijón, en donde rindió con algunas averías, y en donde se vendió para ser desguazado en el puerto de Valencia como término de su carrera.
Estando en ese trance, preparando su viaje último, fue sorprendido fondeado en la Concha de Gijón por un tiempo durísimo del Noroeste, que le hizo perder las anclas y que le obligó a hacerse a la mar en condiciones precarias (sin ancla, con tripulación incompleta y diversas avería sin reparar debidamente). Intentó su capitán, Don Vicente Moreira Portilla, dar su viaje a Valencia; dobló el Cabo de Peñas , pero como consecuencia de una importante vía de agua, regresa a Santander como puerto de acceso fácil y tenedero seguro sin fondeo; así lo avisó por radio.
Pero estaba escrito que no llegaría nunca, y en la brevedad de un chubasco, sorprendido por un parón de la máquina a la altura de Cabo Mayor, ya entrando como quien dice , fue a estrellarse inerme, sin gobierno, donde la mar quiso, escogiendo diabolicamente lo mas difícil, inhóspito e incomunicado del vecino litoral,al este de abra.
La mar se lo fue llevando durante cinco larguísimas horas a la vista impotente de todo el mundo, a los veinte tripulantes. Solo el engrasador( José Trillo) que se tiro al agua en los primeros momentos, consiguió llegar a las peñas, salvándose milagrosamente.



El sacrificio heroico del vecino de Langre don Ismael Hoz, dando su vida intentando salvar la de sus prójimos, es como el remate y el símbolo del arrojo y la abnegacion de todos los pueblos de esta costa, empeñados sin desmayo durante siglos en la tarea nobilísima de disputar victimas a la mar, invierno tras invierno.
Con este monumento honraron los vecinos de Langre a su héroe Ismael Hoz.

martes, 8 de diciembre de 2009

Ernesto Bustio, Medalla de Oro al Trabajo

El Consejo de Ministros presidido ayer, viernes, en la Moncloa por Rodríguez Zapatero acordó conceder la Medalla de Oro al Mérito en el trabajo al párroco nacido en Güemes, Ernesto Bustio Crespo.

El delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, que propuso este galardón, manifestó su satisfacción por el acuerdo que hace justicia y supone un reconocimiento a una trayectoria de vida y de trabajo continuo dedicados a ayudar a los demás.

Ernesto Bustio Crespo nació en Güemes en 1937, estudió Teología y trabajó siempre al lado de los más necesitados. Párroco en Tresviso, desarrolló su vocación social en un barrio obrero en Santander.


Tras varios años en América Andina, regresó a España y creó varias ONGs para trabajar por el Tercer Mundo. En la actualidad es párroco de Güemes y Bareyo y lleva un alberge de peregrinos en la primera localidad. Allí mantiene su espítitu combativo. Así se refería recientemente a las obras de ampliación del albergue: «Las obras se han ejecutado con el esfuerzo de un amplio voluntariado y sin subvenciones de ninguna clase por parte de la Consejería de Cultura. Para ser más exactos se ha renunciado a una pequeña subvención por considerarla ridícula y casi ofensiva», señaló.

El galardón concedido ayer al párroco cántabro forma parte de la concesión de 32 Medallas de Oro al Mérito en el Trabajo, que tienen como objetivo premiar y destacar el mérito de una conducta socialmente útil y ejemplar en el desempeño de los deberes que impone el ejercicio de cualquier trabajo, profesión o servicio.

Desde la nuestra Asociación no podemos hacer otra cosa más que congratularnos enórmemente por nuestro querido párroco, así como felicitarle por este merecidísimo galardon.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Medio siglo sin tumbas




Esperanza Rivera está pasando unos días en un balneario cerca de Portugal. Tiene 79 años, tres hijos y el recuerdo de un marido, Juan Traba Trillo, al que no ha vuelto a ver desde hace 50 años. Soledad Fernández vive en Fisterra, es esposa, hija, nieta, hermana y madre de marineros. No sabe nada de su padre, Juan Fernández Marcote, desde que tenía 5 años. Leoncio Domínguez, de 64 años, está jubilado. Junto a sus padres ayudó a criar a sus cuatro sobrinos. Eran los hijos de Agustín Rivas Domínguez, que fue apartado por el mar de su familia cuando su mujer, Dolores, estaba embarazada de Juan, que regenta un negocio de hostelería en Fisterra.
La vida cambió radicalmente para once familias de Fisterra una fría mañana de lunes. El Bonito , un palangrero de 8 toneladas construido 1945, no volvió a puerto. Se le esperaba sobre las tres de la tarde. De eso hace casi 50 años y la información sobre la tragedia sigue siendo la misma. Nadie ha podido arrojar luz sobre qué le ocurrió al barco.
Ese día hacía mal tiempo y muchos decidieron quedarse en casa. No lo hizo el Bonito , patroneado por Ramón Trillo Lizancos. En Fisterra creen que probablemente se hundió en un bajo llamado Gurgullo, al oeste del Cabo da Nave, donde el día anterior había conseguido buenas capturas. Sin embargo, nunca se encontró nada que probara esas conjeturas.
Funeral
En el cementerio de Fisterra faltan once tumbas. No hubo entierros, pero sí un funeral oficiado por el cardenal Fernando Quiroga Palacios, en el que estuvo el Gobernador Civil de la provincia, Evaristo Martín Freire.
Eso no consoló a las viudas, las madres y los más de 30 huérfanos, muchos de los cuales fueron enviados a los colegios de Sada, ellas, y San Lúcar de Barrameda (Cádiz), ellos. Otros, como Daniel Fernández López, o Juan Rivas Domínguez, nacieron después de la tragedia.
El recuerdo de los náufragos del Bonito está en la mente de los familiares y en la memoria colectiva del pueblo de Fisterra, pero nada hay que rememore físicamente a los 11 hombres atrapados por el mar. Han tenido que pasar 50 años para que las víctimas obtengan algún tipo de reconocimiento. Ni en el cementerio tuvieron un espacio.
Esperanza Rivera explica que las viudas estuvieron muchos años utilizando el cruceiro que había en el centro del camposanto para llorar a sus difuntos en el aniversario del naufragio. Llevaban flores y fotografías, pero un día el párroco, Luciano Moreira, decidió eliminar el sencillo monumento para construir más nichos e hizo desaparecer la única referencia tangible de los once marineros.
El Concello y la cofradía de Fisterra quieren rendir un homenaje a los desaparecidos y ya han anunciado que una placa llevará los nombres de Ramón Trillo Lizancos, Juan Fernández Marcote, Fidel López Traba, Manuel Rivera Calo, Juan Lago Domínguez, Ramón Lago Domínguez, Francisco Santamaría Canosa, Juan López Domínguez, Juan Traba Trillo, Agustín Rivas Domínguez y Manuel López López.
Pero quizá en quien haya que pensar realmente es en Esperanza Rivera, Dolores Domínguez, Manuela Castreje y todas las demás viudas que, con enorme esfuerzo, fueron capaces de sacar adelante a sus hijos o en esos hombres y mujeres que no llegaron a conocer a sus padres o de los que guardan un muy vago recuerdo.
La vida fue muy dura para las mujeres de los desaparecidos. La mayor parte tuvieron que emigrar y las que no pudieron hacerlo también se deslomaron para sacar adelante a su prole con los 3 euros mensuales que les quedaron de pensión de viudedad y por los 60 céntimos que le correspondió a cada uno de los huérfanos.
Esperanza se fue a Alemania. Trabajó en Telefunken y en Volkswagen y después de un breve paso por España fue a Suiza, donde estuvo 9 años de camarera de habitación. Además se ocupó de su suegra durante 42 años, hasta su muerte, porque su marido era hijo único. Cuando quedó viuda a los 29, María José tenía 7, Juan Carlos, 4, y Julieta, 6 meses. Durante mucho tiempo los vio solo dos veces al año, pero está orgullosa de que los tres tengan trabajo. La mayor es asistente social, el mediano es profesor y la pequeña se licenció en matemáticas y química. A pesar de ello reconoce que durante mucho tiempo «estaba siempre triste».
En el naufragio ella también perdió a su hermano Manuel Rivera, el marido de Manuela Castreje. Lo último que le pidió a su madre, que vivía en la puerta de al lado, fue un poco de caldo para la cena. Ese es el último recuerdo que de él tiene Ernesto Rivera, que entonces era un niño de 6 años.
Manuela Castreje también estaba embarazada cuando ocurrió la tragedia.
Para estas mujeres quizá lo peor, al margen de tener que separarse de sus hijos para ganarse la vida, es «no tener derecho a muerte, ni cadáveres ni nada», dice Esperanza. Al cabo de los años lo que queda es la falta de un lugar «en el que llorarles». Ahora quizá lo tendrán, pero la herida seguirá abierta porque son demasiados aniversarios sin poder consolarse con flores.
Dolores Domínguez estuvo sirviendo en Francia. Su hijo mayor vive en Fisterra y no está bien de salud. El pequeño no llegó a ver más que una fotografía de su padre y las chicas una está en A Coruña y la otra se casó con un ginecólogo de madre viguesa y padre puertorriqueño y viven en esa isla. Allí, al sol del Caribe, pasará las Navidades Dolores.
Josefa López, esposa del motorista Juan Fernández Marcote, falleció en el 2000. Tuvo a su quinto y último hijo en septiembre de 1960, ocho meses después del accidente. En su casa entraban solo 6 euros al mes, por lo que tuvo que apoyarse en su madre y salir a vender pescado mientras algunos de sus niños estaban internos.


sábado, 14 de noviembre de 2009

Arículo de Manolo Rivas en "El Pais" 1983

Corme, Cantera atlántica de náufragos


Corme, pueblo coruñés con poco más de: 2.000 vecinos y docenas de jubilados que miran al mar, enclavado en el comienzo de la llamada costa de la Muerte, ha sido mudo testigo de innumerables naufragios en esas embravecidas aguas, que se han cobrado las vidas de no pocos vecinos de] lugar. Si la muerte llega a Corme por el mar, la vida también. De hecho sólo tiene mar. Ni siquiera una lonja propia ni otra flota pesquera que los pequeños botes, bordeando entre surada y nortada, entre todos los vientos. Pero para marineros, Corme. Criados al filo de la tormenta, ciudadanos de todos los mares, no hay pesquero o mercante que se precie que no tenga en máquinas o cubierta a un hijo de Corme. Muchos no tuvieron tiempo de aprender nada. A los ocho o nueve años comenzaban su peregrinaje en pataches de vela y en pequeños cargueros de cabotaje, siempre soñando con Pasajes o Trintxerpe, "donde no había miseria", y desde allí, hacia todos los puertos del mundo.

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Los años 1982, cuando una surada (viento del Sur) convirtió al mar en un infierno, y 1959, cuando el Benigno Correa y el Manuel se hundieron con su tripulación, son fatídicos en la historia de Corme. Las campanas no cesaron de tocar en días y el pueblo se vistió de luto. Pero el mar ha cobrado su impuesto de dolor casi todos los años, a la puerta de casa o en rutas más lejanas. No hace mucho que un marinero natural de Corme moría en la ría de Bilbao después de un golpe fortuito.Corme es sólo un símbolo del valor y sacrificio de las gentes del mar. En Galicia, y concretamente a le largo de la llamada Costa da Morte, hay otros muchos pueblos que podrían escribir una saga semejante: Lace, Camelle, Arou, Camariñas, Muxía...

La lista de naufragios, de pesqueros propios o de navíos extranjeros que tienen que acercarse a la costa para girar, camino de Europa o África, se hace tan interminable como contar los barcos en los que sirvió como tripulante un tío Andrés o un tío Severino. Cuando la mareas son muy vivas, no es difícil avistar restos fantasmales despuntando en los bajos.

La tragedia del naufragio está, no obstante, a veces salpicada de simpáticas anécdotas, porque la gente de este paisaje, hermoso y temible, va más allá de la supervivencia con reservas de voluntad y optimismo. Cuentan que cuando se hundió el vapor francés Nil, el 10 de octubre de 1927, el cual, entre otros enseres, llevaba un buen cargamento de licores, algunos marineros de Camelle hirvieron el café en champán francés.

Ésta y otras muchas historias fueron recogidas en un libro por un grupo de estudiantes de EGB de la zona, dirigidos por el maestro Baña Heim. Recorrieron palmo a palmo la Costa da Morte y escribieron con su propio estilo el que es, hasta ahora, único compendio de una gesta cotidiana.

Y usted, ¿cuándo comenzó a navegar? El tío Andrés, 74 años, un carácter envidiable a pesar de las molestias de una creciente sordera y de la mala pata que le dejó un golpe de mar, nos mira fijamente por un instante. Parece remontarse interiormente a una memoria de chiquillos descalzos, pelando patatas en el vaivén, acarreando leña o carbón para alimentar la caldera de vapor, luchando contra el sueño en un amanecer de salitre. Busca palabras para expresar lo evidente: "Eu nacín no mar". Nacieron en el mar. Y ésa fue su escuela.


La Costa de La muerte


El cabo Roncudo, a unos metros de Corme, es el primer mojón de la Costa da Morte (Costa de la Muerte). Desde aquí hasta Finisterre retumba el mar más bravo de la costa gallega una sinfonía impresionante, y a veces sobrecogedora, de furnas y peñascos bañados por la espuma. En el Roncudo, como en la canción, están clavadas tres cruces. Tres cruces de piedra en recuerdo del tío Poliño, de uno de sus hijos, y otra, la más reciente, de José de Carabel, muerto en presencia de su mujer, Rosa Sinto, cuando arrancaba percebes en el acantilado. Hay más cruces en esta costa heroica, donde se curtieron y curten navegantes de casta. Y podía haber muchas más, porque los fondos de este mar indómito son un gigantesco cementerio marino.

En el Roncudo se daban los percebes más apreciados de Galicia, rojos y carnosos, porque el buen percebe quiere mar fuerte y se cría golpe a golpe. El tío Severino no recuerda cuándo fue la última vez que probó ese manjar, de fama relativamente reciente, pero en otro tiempo era casi pan diario. "Llegaba uno a aburrirse y a cansarse de percebes". Descubierto por los gastrónomos, plato de lujo en los restaurantes, el percebe de Roncudo fue esquilmado hasta la raíz como un metal precioso. El tío Severino navegó durante 45 años, y ahora, en la jubilación, cobra el salario mínimo. Por eso, a sus 73 años, como muchos otros, tiene que salir en su pequeño bote, Rosalía, a buscar fanecas o calamares por la ría.

Sus tres hijos varones andan en el mar, dos en el Gran Sol, y otro como jefe de máquinas, en un mercante que recorre el océano. En una lista interminable de barcos, Severino Vidal fue tripulante de tres que luego se hundieron en sendos naufragios. En el Colón, a la entrada del Urumea donostiarra, perdió a su hermano.

Ángel Filgueira no sabe nadar. "No tuve tiempo para aprender" A los nueve años iba de tripulante en el Barquero, y volvió al cabo de tres meses, casi sin pisar tierra, en una primera ruta a Almería. "Los cativos no podíamos salir del barco, a no ser de escapada". Le dieron cinco pesetas para pan y azúcar, y pudo ir a la función del cine Versalles "con un pie calzado y el otro no". Tiene 64 años y puede contar sin problemas, como sus compañeros, a barco por año, en una lista de servicios legendaria Guardacoa, Sada, Everilda, Astelena, Kelge, Galante, Edena... Estuvo en la costa africana, en el Gran Sol, en Terranova. Durante la segunda guerra, muy cerca de donde ellos faenaban, un bombardero echó a pique a otro pesquero, el Entrerríos, y tuvieron que salir a toda máquina hasta recalar en la Estaca de Vares.

Por Canadá, Estados Unidos, todo el Mediterráneo, anduvo Jesús Chans Vello. "A los 14 años ya estaba más que cocido en el mar". Ganó en aquellos siete meses primero 10 pesetas. Comenzó de crío en un costero y llegó a capitán de un bacaladero en Terranova, después de recorrer un escalafón que se mide principalmente en serenidad y destreza. Se jubiló a los 57 años en Pasajes (Guipúzcoa), y allí dejó a una hija y un hijo casados, ciudadanos ya del País Vasco.


Pasajes y Corme


Pasajes es un signo de identidad en la biografía de un marinero de Corme. De eso sabe un rato, por ejemplo, Jesús Ferreiro, el director de Onda Pesquera en Donosti, la voz más querida por las gentes del mar. Su padre también llegó un día a Pasajes desde Corme. "Eso viene de muy antiguo", dice, a sus 70 años, José Figuero Lista; "aquí había mucha necesidad, viudas con muchos hijos; si te quedabas enfermo no tenías paga ninguna, y de Pasajes siempre llegaron buenos vientos". Los marineros vascos y gallegos eran, para navieras y capitanes, la tripulación idónea. "A mí me trataron en todo momento de maravilla", recalca Chans Vello, "y aquí había más esclavitud'.


Todos cumplieron el sueño de Pasajes. También José María Canosa y Benigno Mosqueira, que a los ocho años ya navegaban y que se acercaron tardíamente a la tertulia, cuando ya el tío Andrés ha bía contado los pormenores de su vida, una hermosa y estremecedora historia digna de novela. "Para qué le voy a decir cuándo empecé en el mar. Yo nací en el mar. Murió mi padre, yo era el único hombre de la familia, y me embarqué en un velero, el Loren; luego, en el Santiago, Carmen Insua, Ferrolano, los tres también veleros; el Riveira, que tenía vela y máquina; después, el Conchita, Occidente, vuelta al Conchita cuando ya era marinero, porque de rapaz se pasaba a ser marinero. ¿Qué hacíamos de niños? Todo, hacíamos de todo, hasta llevar patadas en el culo. Bien, del Conchita a un costero, el Ribadeo, vuelta al Occidente, al Jesús María y, por fin, Pasajes".

"Allí me cogió el Movimiento, y yo ingresé en el Batallón Celta, formado por gallegos republicanos, muchos de Corme, que también estuvo aquí el amigo Figuero, porque sabrá usted que éste es un pueblo de izquierdas. Al tomar los franquistas Bilbao pasé al frente de Santander, estuve en el hospital, y cuando tomaron Santander, marché en un pesquero para Avilés, y cuando cayó Asturias, marché en un pesquero para Francia. La policía francesa nos condujo hasta los Pirineos, en la frontera de Port Bou; luego fui para Barcelona y, por último, Valencia, donde ingresé en un batallón de pontoneros".

"Cuando acabó la guerra me metieron en la plaza de toros de Valencia, luego me tuvieron en unos campos de concentración hasta que puede volver a Corme, bajo vigilancia. Lo pasamos muy mal, no me daban los papeles para embarcar. Después de una larga espera y mucha penuria conseguí autorización para trabajar en un buque asturiano. Estuve también en La Coruña, en un pesquero. Un día nos mandaron a Gijón para hacer carbón y nos dieron por toda comida un bollo de pan. Después de varios días Ya había quien lloraba con el hambre; nos negamos a seguir en esa situación, y al llegar al puerto de La Coruña nos metieron en la cárcel. Nos cortaron el pelo al cero y estuvimos cuatro días en el calabozo. Un año después nos hicieron consejo de guerra en El Ferrol. Salimos libres. Me fui para la marina mercante. Estuve en el Luisa, el Mouro, Río Urumea, Loyola y Suevia. Ése fue el último. ¿Ahora? Qué voy a hacer ahora. Espero".



En Corme, a los jubilados se les trata con sumo cariño y existe una familiaridad colectiva. Se dice tío y es como largar un cable de respeto y amistad. No hay sentido de lo extraño. No es raro que a Mourelle da Rua, un navegante del siglo XVII, el primer hombre blanco que llegó a las islas Vavo, en el Pacífico, los nativos le despidieran con una fiesta. Corme es una gran diáspora y el mundo es, en cierta medida, una prolongación de Corme. Al que ha llegado y aún no se sabe su nombre se le llama tío home (tío hombre).
Es gente abierta y cordial. Con una población que mengua día a día, muchos jubilados que se hicieron viejos navegando desde niños tienen que salir en su pequeño bote para compensar pensiones cicateras. Como el tío Severino, en su Rosalia. Ni siquiera tienen una Casa del Mar, incomprensiblemente paralizada desde hace varios meses. Juegan al dominó y pasean por el muelle, charlando con los jóvenes que vuelven entre marea y marea y ruta y ruta, como estos días ha vuelto José María Pombo Ferreiro, mecánico naval, 35 años, navegando desde los 12. Y miran al mar frente a frente. Fue su cuna
Fuente: El Pais

viernes, 6 de noviembre de 2009

El Concello de Fisterra y la cofradía de pescadores homenajearan a los desaparecidos del "BONITO"





El Concello de Fisterra y la cofradía de pescadores están contactando con las familias de los once pescadores de la localidad que desaparecieron hace 50 años en el naufragio del Bonito, un barco que se dedicaba a la pesca de la merluza y del que no se encontró ni rastro.
El homenaje será los días 17 y 18 de enero del próximo año, ya que en esas fechas se cumplirá medio siglo del accidente que casi todos los vecinos recuerdan. La asociación Asoar-Armega ya anunció hace unos meses su intención de recordar a los desaparecidos, dos de los cuales eran familiares del presidente de la entidad Ernesto Rivera Calo.
Los actos consistirán en un funeral y el descubrimiento de una placa, porque las viudas, muchas de las cuales aún viven, no tienen ningún lugar en el que llorar a sus maridos. También están vivos la mayor parte de los hijos y de los hermanos de las personas cuyos cuerpos están perdidos desde hace 50 años


jueves, 5 de noviembre de 2009

LLEGADA AL MAR



Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.
Y he vuelto. Quiebro con mis piernas
tu serena cristalería.


Es como ahondar en los principios,
como embriagarse con la vida,
como sentir crecer muy hondo
un árbol de hojas amarillas
y enloquecer con el sabor
de sus frutas más encendidas.


Como sentirse con las manos
en flor, palpando la alegría.
Como escuchar el grave acorde
de la resaca y de la brisa.


Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.
Era en otoño, y en otoño
llego, otra vez, a tus orillas.


( De entre tus ondas el otoño
nace más bello cada día. )


Y ahora que yo pensaba en ti
constantemente, que creía...


( Las montañas que te rodean
tienen hogueras encendidas.)
Y ahora que yo quería hablarte,
saturarme de tu alegría...


( Eres un pájaro de niebla
que picotea mis mejillas. )


Y ahora que yo quería darte
toda mi sangre, que quería...


(Qué bello, mar, morir en ti
cuando no pueda con mi vida.)
José Hierro

martes, 20 de octubre de 2009

25 Años despues de la desaparición del Montrove


Se cumplieron este verano veinticinco años de uno de los sucesos más trágicos y enigmáticos de la historia de la navegación: la desaparición del congelador gallego Montrove en aguas del banco canario-saharaui. El Montrove partió del puerto de Las Palmas el 19 de julio de 1984, con catorce tripulantes gallegos y dos marroquíes a bordo, y con los tanques llenos de combustible para una larga marea de dos meses. El tiempo era bueno y los barcos que lo avistaron, como el Borneira, no notaron nada extraño. El último contacto visual confirmado fue con otro pesquero, el Mar Rojo, ese mismo día y al sur de Gando, la pequeña península de la isla de Gran Canaria donde se ubica el aeropuerto homónimo. El Mar Rojo, que navegaba a mayor velocidad, lo dejó atrás por la aleta de babor. Desde entonces, nadie más vio al Montrove ni supo de él. La pieza de repuesto que llevaba para el Porlamar no llegó a entregarse. La radiobaliza con la que iba equipado no se disparó, y el nerviosismo comenzó a cundir entre las familias cuando el 10 de agosto, a raíz del hundimiento en la misma zona del sardinero onubense Islamar III, los intentos de contactar con el barco, que llevaba veinte días sin dar señales de vida, resultaron infructuosos. El Montrove había desaparecido. Para siempre. Pocas veces el mar ha sido tan cruel y determinante. No se encontró un solo cadáver, un solo vestigio, un mísero salvavidas a la deriva que diera pie a una desesperada explicación, por frágil que fuera, para semejante desgracia. Por no dejar, el Montrove no dejó siquiera un rastro de gasoil, la sangre de los naufragios modernos. Nada. Trescientos barcos y aviones de la Fuerza Aérea rastrearon la zona durante meses, sin éxito. La Moncloa, ocupada entonces por Felipe González, ordenó una investigación exhaustiva en medio de intensos rumores, que después se revelarían infundados, sobre un posible secuestro del Frente Polisario o la implicación del barco en actividades ilegales. Agentes del CESID se desplazaron a varios países africanos, e incluso, un año después, según algunas fuentes periodísticas, veraneaban en Bueu, la localidad de donde era la mayoría de la tripulación, a la búsqueda de pistas que nunca hallaron. El programa Onda Pesquera, en un ejercicio de delirio informativo, llegó a asegurar que el Montrove había estado cargando armas en unas grutas próximas al puerto argelino de Beni Saf, y algunas viudas, en una muestra de desesperación que hizo las delicias del periodismo mágico madrileño, se aferraron a las visiones de las meigas, que situaban al barco "en una isla grande, con negros". Fue también célebre, tras meses de búsqueda, la pregunta de un alto cargo de la Administración central a los familiares, sobre si el Montrove era "de hierro o de madera". Meigas, tristeza y soledad. Eso fue lo único que dejó tras de sí el Montrove. Veinticinco años después, los augures esotéricos han caído en el olvido, pero la tristeza y la soledad, y el desconcierto que acompaña a toda tragedia inexplicada, continúan latentes a pesar del tiempo transcurrido.


Fuente: El Faro De Vigo

lunes, 5 de octubre de 2009

LA TUMBA DEL MARINERO

Esta es la letra de una antigua canción alemana que nos ha enviado desde Mallorca Almudena, seguidora y amiga de este bloc, y gran enamorada de la mar.


"En la tumba del marinero
nunca florecen las rosas,

Son su única plegaria

las alas de las gaviotas,

y solo tiene por lápida

las lágrimas de su amada

que por su regreso llora.

En la tumba del marinero
solo florece la aurora."

miércoles, 30 de septiembre de 2009

COMO LAS OLAS DEL MAR

Se como las olas del mar que aún rompiendo contra las rocas, encuentran fuerzas para volver a empezar.
S.Bambaren.

martes, 15 de septiembre de 2009

FESTIVAL DEL MAR



El I Festival del Mar se celebró en el año 2005 para conmemorar el 250 Aniversario de la concesión del titulo de ciudad a Santander.

Este año se ha celebrado entre los días 12 y 15 de Septiembre la segunda edición que ha vuelto a cosechar un gran éxito de participantes.

Durante estos días, los muelles del Puerto de Santander (considerado como el mejor Puerto natural del Mar Cantábrico) han recibido gran numero de visitantes, para participar y disfrutar de un espectáculo, lúdico, deportivo, cultural y turístico.

Dar Mlodziezy, fragata de bandera polaca.

La Bahía de Santander, reconocida como una de las bahías más bellas del mundo, ha acogido durante unos días embarcaciones de todas las flotas: ( militar, mercante, deportiva, y pesquera) pero sin duda el mayor protagonismo se lo han llevado los grandes veleros venidos de Rusia, Polonia, Francia, España, Holanda, etc.


Las nuevas tegnologias, presentes entre las velas.



Mercedes, bergantín de bandera holandesa.

La Recouvrance, goleta de bandera francesa.

Nao Victoria, replica de la nao con la que Juan Sebastian Elcano culminó la primera vuelta al mundo en 1522.

Thalassa, bergantín de bandera holandesa

lunes, 7 de septiembre de 2009

CASTILLO MONTJUICH

Este es el relato que nos hace José Luis Santamaria, del viaje que hicieron a Muros varios miembros de la Asociación, para asistir al homenaje que se rindió a los desaparecidos en el naufragio de El Castillo de Montjuich.

El día 21 partimos de la Estación de RENFE a las 9,15h. El Microbús, llego antes de la hora prevista, y en él, venían los 5 componentes de la familia de JOSÉ LUIS MATEO (víctima del Castillo Montjuich), el viaje vale la pena haberle realizado solamente por haber tenido la oportunidad de conocer a esta familia y haber compartido esos días con ellos. El viaje fue muy pesado, ruidoso y largo.

Día 22. Comienza el homenaje a las 11,ooh en la Casa de Cultura. La mesa está presidida por el alcalde de Muros y demás autoridades. Formaba parte de la mesa nuestro buen amigo Manuel Martínez Caamaño, a su lado, por parte de los familiares de las victimas estaba Sara, la sobrina de JOSÉ LUIS MATEO, (víctima del Castillo Montjuich), fueron emotivas las palabras de todos que intervinieron, pero la de Sara, fue excelente y la que más nos llegó al corazón pues nos recordó mucho a la del año anterior de Mila. Teniendo en cuenta, que esta mujer no conoció a su tío, de la forma que relataba su escrito nos recordaba constantemente las experiencias vividas en nuestras casas, comentaba que en la suya siempre se hablo de su tío, con fotos, recuerdos y que sin haberle conocido en persona, ella siempre le llevó en el corazón y siempre le tenían presente.

Al final del acto intervino Vicky leyendo un texto en representación de la Asociación Náufragos de la Mar, a decir verdad la vi muy emocionada.




Después del acto oficial se celebro la Misa en la que los miembros de la Asociación que viajamos, tuvimos cierto protagonismo. En el transcurso de la Misa se nombraron a todas las victimas del Castillo de M., y por cada uno de ellos se llevo una vela encendida a una mesa cerca del altar, y casi todas las velas las llevamos los socios de nuestra Asociación.





Al terminar la Santa Misa nos acercamos al puerto, donde se hizo una ofrenda floral al monumento de La Vieja del Paseo.




La comida de confraternizacion que vino a continuación estuvo muy bien, y pudimos hablar y conocernos todos un poco mejor.



Como veréis el homenaje fue muy parecido al que asistimos hace un año por las victimas del Bonifaz, y para nosotros fue como revivir aquellos momentos.

Día 23. Teniamos pensado ir a Santiago de Compostela de visita, pero por unanimidad cambiamos de idea para acercarnos a Finisterre y hacer una ofrenda floral al monumento por los Naufragos de la Mar, en recuerdo de nuestros familiares que reposan cerca del Faro. La verdad creo que fue un momento esperado y deseado por todos los socios que fuimos de viaje
nuevamente a Muros.



Por la tarde quedamos con Manuel Martínez y su esposa que tuvieron la paciencia de enseñarnos Muros, porque un pueblo no solamente tiene calles y monumentos, también tiene historia y para decir verdad, tuvimos un guía excepcional (Manuel), después lo peor, las despedidas, pero con la esperanza de volver a vernos pronto.


El día 24 la vuelta, en autobús, que fue largo y ruidoso, como la ida, lo único que tuvimos la idea de conocer la Playa de las Catedrales que se encuentra en RIBADEO y nos acercamos antes de la comida y la verdad si que valió la pena conocerla, una playa espectacular y una maravilla de la naturaleza, lastima no haberla visitado el año pasado.

La comida en el mismo Restaurante del año anterior y muy bien, seguidamente carretera y llegada a Santander. Final del viaje.

lunes, 31 de agosto de 2009

EL HEROE RUMANO



La vida demuestra a cada momento que no es bueno hacer grandes planes. Cuando mejor le iban las cosas a Dorel Indre la mar se tragó de un plumazo todas sus ilusiones. El pasado domingo, Indre, de 45 años y nacionalidad rumana, murió ahogado tras rescatar en la playa de Comillas a un joven rumano de 14 años y a un turista alemán. Lo hizo, pero a costa de la suya. Deja a una familia consternada que aún no cree lo que está pasando, pero que ya prepara las maletas para emprender el regreso a su país.

La familia de Indre había llegado de Rumanía en primavera y vivía en Los Corrales de Buelna con Dorel. Era el referente. Se había establecido en el municipio, donde dirigía una pequeña empresa vinculada a la construcción. Era autónomo y, a pesar de la crisis, las cosas le iban bien. Su lema era «si quieres trabajar, trabajas». Entre sus objetivos estaba conseguir la reagrupación familiar y casi lo había conseguido. Su mujer, su hijo y la novia de éste llegaron en primavera y se sentían felices en Los Corrales, hasta el punto de que pensaban comprarse un piso.

Pero el domingo aciago cambió el rumbo de sus planes de manera trágica. El día 23 decidieron pasar la jornada festiva en Comillas junto a un grupo de amigos de su misma nacionalidad. El día acompañaba, aunque las condiciones de la mar no eran las más idóneas para bañarse. Aun así, los hombres del grupo quisieron entrar en el agua. Con Dorel estaba su único hijo y varios parientes y amigos, entre ellos Andrei, un muchacho de 14 años que había venido de Rumanía de vacaciones a España. En el arenal ondeaba la bandera roja. Pero la familia recuerda ahora, tras la tragedia, que donde se encontraban, en una zona próxima al camping que carece de servicio de socorristas, no se veía el trapo de color, y tampoco conocían su significado, la prohibición total del baño en esas condiciones.

Se metieron hasta la cintura y una gran ola asustó al chico. Según relata la esposa del fallecido, Oltita, se puso nervioso y pidió ayuda. Otro bañista, éste de origen alemán, también se encontraba en apuros.

Los dos mejores nadadores del grupo se lanzaron en su ayuda, entre ellos Dorel. Llegaron al joven y le pusieron a salvo, y después al ciudadano alemán. Pero los dos sufrieron las consecuencias: el esfuerzo físico fue tremendo, porque la mar «tiraba para adentro», cuentan los familiares, que apenas hablan español. Su situación era apurada.

Cuando llegaron los socorristas pudieron reanimar a uno de los dos rescatadores, pero no a Dorel, que murió ahogado.

La Asociación Náufragos de la Mar, reconoce la labor de este heroe que perdio su vida por salvar la de los demás. Descanse en paz Dorel Indre.

Fuente: El Diario Montañés.

sábado, 29 de agosto de 2009

Rescatan el cuerpo de un marinero fallecido al naufragar su barco


Portosin (Ria de Muros)



Faenaba junto a dos tripulantes que fueron rescatados del agua por otros dos barcos debido al fuerte viento en la zona.

Los servicios de salvamento rescataron esta mañana el cuerpo de un marinero que falleció esta madrugada al naufragar el pesquero «Furacán» que, con tres tripulantes a bordo, faenaba cerca de la costa en Portosín, en el ayuntamiento coruñés de Porto do Son.
En naufragio se registró sobre las 3,15 horas de hoy a media milla de la costa, entre Portosín y un islote, cuando en la zona se registraba un fuerte viento, informaron a EFE fuentes de salvamento marítimo.
Dos de los tripulantes del pesquero fueron rescatados del agua por otros barcos que faenaban en la zona, mientras uno de ellos desapareció. Tras el accidente se movilizaron medios de salvamento, como el helicóptero de la Xunta «Pesca 1» o las embarcaciones «Salvamar Regulus» y «Salvamar Sargadelos».
Pesqueros que faenaban por la zona avistaron el cuerpo del marinero desaparecido, patrón del barco y, sobre las 8,30 horas de esta mañana, el cuerpo fue rescatado del mar por el helicóptero de salvamento y fue llevado al puerto de Portosín.
La conselleira del Mar, Rosa Quintana, se desplaza al lugar de los hechos, tras haberse suspendido un ejercicio de adiestramiento de salvamento y rescate en el mar que se había previsto para hoy en la ría de Vigo, ya que el helicóptero que iba a participar en el simulacro se desplazó al rescate.

domingo, 16 de agosto de 2009

Homenaje a las Víctimas del Castillo de Montjuich

Aquí os dejamos el cartel del homenaje a las víctimas del naufragio del Castillo de Montjuich que tendrá lugar el próximo fin de semana en Muros.


Un grupo de miembros de la asociación se desplazará hasta el pueblo de Muros para acompañar a los familiares y amigos de los desaparecidos en dicho naufragio.

viernes, 14 de agosto de 2009

FARO DE SAN VICENTE


El Faro de la Punta de la Silla, en San Vicente de la Barquera, dejó de ser ese lugar emblemático pero totalmente cerrado para convertirse en un espacio abierto al público y en un nuevo centro de interés turístico y cultural para los barquereños y sus visitantes.

El faro abrió sus puertas al público tras haber cedido la Autoridad Portuaria las instalaciones al Ayuntamiento de San Vicente, que a lo largo de los últimos meses ha ejecutado las obras de acondicionamiento y rehabilitación para convertirlo en un pequeño museo y centro expositivo, en los que ha invertido 360.000 euros, con una aportación de 150.000 euros del programa de desarrollo rural Saja-Nansa.


La obra ejecutada resalta la parte originaria del faro, que se construyó en 1871, recuperando todos sus elementos primitivos. Los sucesivos añadidos que tuvo para acoger las viviendas de los fareros se han modificado totalmente, en un proyecto que ha mejorado de manera sustancial el viejo edificio, en el que destaca la amplia cristalera de la futura cafetería que permite contemplar desde el interior una panorámica sobre la costa.



Primera exposicion
En su interior se ha dejado un espacio totalmente abierto en el que la Autoridad Portuaria mantiene una pequeña parte para el funcionamiento de la señal que emite el faro mas occidental de la costa de Cantabria.

La apertura del faro se ha realizado con la exposición 'Artes y oficios del mar en Cantabria' del maquetista naval Ramón Somoza, que se mantendrá hasta finales de septiembre, momento en el que el faro se cerrará de nuevo para acometer la segunda parte del proyecto en la que se actuará para mejorar los accesos y todo el entorno de la amplia finca con que cuenta, creando un pequeño parque atlántico que contará con tres pasarelas de madera y un mirador de aves.

También durante este tiempo se trabajará en la dotación definitiva del faro, en cuyo proyecto está trabajando un equipo que encabeza el director del Museo Marítimo del Cantábrico, José Luis Casado Soto. Todo ello con el objetivo de que esta instalación, con todos sus servicios, abra definitivamente sus puertas en la próxima primavera, momento en el que será una de las cinco sedes de la gran exposición sobre el 800 aniversario de la concesión del fuero a San Vicente de la Barquera por parte del rey Alfonso VIII.

El verdadero detonante que ha llevado a la consecución de este interesante proyecto ha sido el programa 'At-Lights', desarrollado entre los años 2004 y 2005, dentro del programa Interreg de la Comisión Europea que lideró la asociación Villas Marineras, del que forman parte los municipios cántabros de San Vicente de la Barquera, Santoña y Laredo, junto a otros catorce de Galicia, Asturias y el País Vasco.

A través de dicho programa se realizaron estudios de accesibilidad, señalización y seguridad, pero muy especialmente de usos alternativos para favorecer la utilización pública de los faros. Ello llevó al Ayuntamiento barquereño a iniciar las gestiones con la Autoridad Portuaria de Santander. De esta manera, el Faro de San Vicente de la Barquera, como anteriormente el de Santoña, Santander y Castro Urdiales, además de cumplir con su función de ayuda a la navegación marítima se ha convertido en un nuevo atractivo turístico.

Las visitas , podrán realizarse gratuitamente todos los días en horario de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.

sábado, 1 de agosto de 2009

La tragedia del Pamir (2006)


El Cine y el Mar (I)

Botado el 29 de julio de 1905 como bricbarca para realizar viajes transoceánicos transportando mercancías desde America del Sur a Europa, el Pamir terminó sus días realizando la misma travesía, sorprendido por un huracán que acabó por sepultarlo en el fondo del mar. Ese último viaje, que emprendió en 1957 convertido ya a comienzos de la década en buque escuela de la marina mercante alemana, es recogido en la superproducción televisiva alemana, La Tragedia del Pamir (Der Untergang der Pamir, 2006).
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Su historia es la de uno de los más bellos y veloces veleros que a comienzos del Siglo XX transportaban a través del Atlántico el nitrato de Chile al viejo continente, donde era un apreciado fertilizante para los cultivos. Fue uno de los últimos veleros comerciales en cruzar el Cabo de Hornos. Construido en Hamburgo, tuvo su relación con España, pues durante los años de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) permaneció guarecido en el puerto neutral de Santa Cruz de la Palma, en Tenerife, donde miembros de su tripulación llegaron a contraer matrimonio con mujeres españolas.

En el verano de 1957 emprendió viaje desde Hamburgo hasta Buenos Aires con 86 tripulantes a bordo, 51 de ellos jóvenes alumnos dispuestos a aprender el arte de la navegación. El buque escuela debía recoger en el puerto argentino 4.000 toneladas de cebada, pero una huelga de estibadores obligó a que fueran los propios cadetes los que de manera inexperta realizasen la carga a granel. En su viaje de regreso, el Pamir se topó con el huracán Carrie y el capitán Johannes Diebitsch, en el que era su primer viaje como capitán de la nave, no pudo evitar el escoramiento, agravado por la carga que transportaba, hundiéndose irremediablemente al mediodía del 21 de septiembre de 1957, a 600 millas de las islas Azores.

50 embarcaciones de distintas nacionalidades e hidroaviones norteamericanos acometieron la búsqueda, que duró nueve jornadas, cuando el tiempo lo permitió, mientras los supervivientes afrontaron la prueba más dura de sus vidas, resistir física y psicológicamente el paso de los días. Sólo hubo seis supervivientes y la noticia causó una gran conmoción en todo el mundo.
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La película dirigida por Kaspar Heidelbach, aunque está inspirada en la tragedia, no se ciñe exactamente a los hechos e incluso altera nombres de la tripulación. Su ritmo, propio de un film televisivo, junto con el desarrollo de la trama puede resultar un tanto anodino, salvo en su recta final, donde cobra verdadera emoción. Cuestión diferente es la interpretación de su reparto, el cual está más que correcto, formado por actores alemanes entre los que destacan Klaus J. Behrendt o el joven Max Riemelt. Otro aspecto resaltable es que el guión sigue en paralelo al viaje, la vida de aquellos familiares que quedan en tierra

Hoy en día puede visitarse la nave gemela del Pamir, el Passat, convertido en museo, en Travemünde, Alemania.

Puede ampliarse información en los siguientes enlaces:

· Película “La tragedia del Pamir” (2006) en Un Mundo de Cine.
· La estela perdida del Pamir (por el Teniente 2° RN Nicolás Yaksic Triantafilo).
· The Pamir (completa página en inglés dedicada al barco y su historia que incluye múltiples fotografías).

martes, 21 de julio de 2009

"Cioli", Socio de Honor de la Asociación

En el acto de homenaje a las víctimas de la mar del pasado 4 de julio en Santander, la Asociación Náufragos de la Mar hizo público el nombramiento de José Sanz Tejera "Cioli" como Socio de Honor de la Asociación.

Nacido el 21 de febrero de 1922, Cioli es un personaje muy popular e igualmente querido en la ciudad de Santander. Panadero jubilado, es conocido por bañarse todos los días del año en las playas santanderinas y por haber salvado de morir ahogadas en el Mar Cantábrico a al menos 140 personas.

Desde muy pequeño estuvo en contacto con la mar, ya que le encantaba ayudar en los barcos de pesca. Con doce años estando en la playa comenzó a granizar fuertemente y como no sabía donde resguardarse se metió al agua “Había una temperatura mejor que fuera”, comenta. Desde entonces comenzaría a bañarse también en invierno.

La historia de su primer rescate en la mar sucedió cerca de Pedreña, cuando Cioli iba camino de la bolera con sus amigos. Desde la carretera vieron 3 personas que pedían auxilio. Sus compañeros le instaron a que se metiera. Sacó a uno. Los otros dos nadaban juntos. Sus amigos le lanzaron una rueda de avión que había por ahí. Se la tendió. Después, tuvieron que hacer cadena para sacarlos. Este suceso marcaría un antes y un después en la vida de Cioli: “Me di cuenta que todos deberíamos tener algún conocimiento de técnicas de salvamento de náufragos y acudí a unos cursillos que impartía el Frente de Juventudes, organizados por la Federación Española de salvamento y Socorrismo”, glosa.

La Asociación Náufragos de la Mar tuvo claro desde el principio que Cioli debía tener un espacio destacado en nuestra organización, como amante de la mar y como salvador de numerosos náufragos (140 personas), y así lo manifestamos el pasado 4 de julio, día en el que el propio Cioli nos honro con su presencia.

miércoles, 15 de julio de 2009

HOMENAJE A LAS VICTIMAS DE LA MAR

El día 4 de julio, se celebró el primer acto de la asociación "Naufragos de la Mar". Consistió en una misa homenaje por todas las victimas y desaparecidos en la mar, una ofrenda floral, y una comida en el Museo Marítimo del Cantábrico con visita guiada incluida.

Después de meses preparándolo, gracias al esfuerzo y a la ayuda de todos, y a pesar del mal tiempo, los actos se celebraron según lo previsto.

Estuvimos acompañados por 28 amigos llegados desde Galicia, a quienes agradecemos el esfuerzo que hicieron por estar con todos nosotros.

La misa fue muy emotiva y estuvo cantada por El Orfeón Cantabro.

La oficio nuestro párroco Ernesto Bustio, acompañado por cuatro sacerdotes entre los que se encontraba Ramón Martinez Caamaño, a quien tuvimos el placer de conocer el año pasado oficiando la misa que se celebró en Muros con motivo del homenaje a las victimas del petrolero Bonifaz.


Las flores junto a una vela encendida presidieron la ceremonia en memoria de todos los fallecidos en la mar.

Lugar destacado ocupó también un salvavidas obra de Fernando Herrera "Chichi" a quien desde aquí damos las gracias por su entusiasmo y entrega a la Asociación.



Para realizar la ofrenda floral nos dirigimos en lancha hasta la altura de Mataleñas, donde Ramón evocó y dedicó unas emotivas palabras a nuestros muertos en la mar.

Para finalizar cantamos todos juntos la Salve Marinera y lanzamos el ramo de flores al mar, en un momento cargado de emoción y tristeza en recuerdo de los nuestros.

A continuación nos dirigimos al Museo Marítimo donde teníamos preparada una visita guiada y la comida de hermandad. El Museo gustó mucho a todos, y desde aquí queremos recomendárselo a todos quienes no lo conozcan todavía y sean amantes de la mar y de todo lo que la rodea.





La comida transcurrió en un ambiente alegre y distendido donde hubo reencuentros tan emocionantes como el de la foto donde se ven al Capitán del Bonifaz Sr. Amezaga con Antonio Fernandez , Alfonso Ríos y Fernando Herrera "Chichi", después de mucho años sin verse.

Mientras ellos charlaban amigablemente, otros echábamos de menos a los que no tuvieron la suerte de salvarse y deseábamos tenerlos aquí.


En los postres Manuel nos hizo entrega de un obsequio de la Asociación Muradana "SORUM", desde aquí les damos las gracias.


También se comunicó el nombramiento como socio de honor a José Sanz Tejera (Cioli), por todas las vidas que ha salvado en la mar.

El día terminó con abrazos y con el deseo de que el año que viene salga todo tan bien como este.
Desde la Asociación seguiremos trabajando con la misma ilusión y entusiasmo.