miércoles, 30 de diciembre de 2015

UN RUMBO NUEVO

Embarquemos sin miedo,
conocemos los vientos y el camino.

En este viaje permanente,
nada impedirá que lleguemos a nuestro destino.

Y cuando el mar se ponga erizado,
tocaremos las nubes con las manos.

FELIZ AÑO NUEVO A LA GENTE DE LA MAR

lunes, 14 de diciembre de 2015

INSONDABLE MAR DEL TIEMPO

Insondable mar del tiempo
cuyas olas son los años
por las lagrimas salobres
 de tristeza y desengaños
cuyos flujos y reflujos
miden Tololo mortal
cuando placida, traidora
cuando en ira, arrolladora
quien a ti mar insondable
darse puede sin temblar.

Percy B Shelley, versión un tanto libre que aprendí como aprendí a montar en bici y ya no olvidé)

Koriahn y Travis soñaban navegar la mar Océana y más allá, al otro lado atracar del horizonte lejano, hay otro continente allá, le dice ella, mayor, a su hermanito pequeño, se llama Europa, allí está, de donde nuestro abuelos vinieron.

Quién pudiera navegar!

Es un día de olas bravas golpeando acantilados, el agua rebota y vuelve a la mar...

La niña se aburre, el mal tiempo es una lata. Pero no deja de pensar, y se le ocurre...¿y si lanzamos un mensaje al mar? Un mensaje en una botella, a algún sitio llegará, incluso puede que el viento la lleve al otro lado del mar.

Se romperá la botella, Travis le dice riendo

Pues en una de plástico la metemos y ya está.

Mamá, vamos a echar un mensaje en una botella al mar!!

La idea le gusta a Mamá, es una aventura emocionante que no tiene peligro ninguno pero suspenso todo, porque ella ha oído que a veces se han encontrado botellas con mensajes que han pasado de uno a otro lado, con las corrientes marinas y eso.

La niña escribe, buena letra, pensando las palabras:

Lo primero, no alarmar:

A quien interese: Esta no es una llamada de auxilio.

(eso es importante aclararlo, ya desde el principio, pues si no, igual se organiza una operación de rescate y menudo lío luego)

Hoy es 6 de Noviembre de 1988. (importa para que se sepa el tiempo empleado)

Estamos en Harpswell, Maine. (y el punto de salida)

Estamos disfrutando del violento estruendo de las olas marinas. (contemos algo de nosotros)
Tenemos una pequeña cabaña en Long Point para cuando visitamos el Océano.

Me aburría y decidí enviaros un mensaje

De Koriahn Doughty + Travis (hay que firmar los mensajes)

P.S.: Enviadnos una carta a para que sepamos quién y dónde recogió nuestro mensaje. Imprescindible, si alguien la encuentra, necesitamos saberlo.

Van los tres a la costa, la madre escoge un lugar estratégico donde la botella no sea inmediatamente devuelta a la brava costa o playas de la zona. Un extremo de una punta de tierra donde el agua choca pero pasa de largo...

Allá va el mensaje en su nave redonda, allá va el alma de los niños buscando infantiles almas que tocar. Allá va la aventura, la ilusión, la alegría innata de una raza inquieta, la humana, buscando saltar horizontes lejano y abrazar corazones hermanos. Allá va....
Todo comenzó en un día gris poco antes de comenzar el curso escolar. Cinco amigos , José Ramón, Marcos ,Ismael, Ángel Jose Ricardo-that s me- nos dirigimos a la playa de siempre a buscar objetos o esqueletos de animales marinos. Lo solíamos hacer siempre que en el día anterior a la búsqueda había hecho mal tiempo en la mar. Porque el mar siempre es una sorpresa!!.


Ramón fantaseaba con encontrar un mensaje en una botella, así que el siempre prestaba más atención a las botellas que traía la mar a la playa. Pero claro, había montones!!.

Recuerdo que a mi me gustaba mucho darle patadas a todo lo que se me cruzaba y fue ahí donde le di fuerte a una botella de Sprite y le dije a los demás… - Mira, quizás en esa botella vaya un mensaje (bromeaba)-.
Entonces Ángel y Marcos intentaron abrirla pero era muy difícil. Creo recordar que uno de ellos siempre llevaba una pequeña navaja y así fue como conseguimos abrirla. Y vaya SORPRESA!!!!...No lo podíamos creer!!!. Al no entender mucho la lengua inglesa decidimos entregársela al profesor, Ángel se haría cargo.


¡Habíamos encontrado un mensaje en una botella ¡Que venía del otro lado del mar! ¡De Norteamérica! Como en las películas, qué emoción, qué cosa tan extraordinaria, qué acontecimiento, qué emociones.

No había naufragado en la mar la botella, el mensaje a destino había llegado. Qué ilusión les haría a Koriahn y Travis saberlo. Qué ilusión nos hacía que lo supieran, que nosotros teníamos aquí su mensaje. Había que escribirles, venía una dirección bastante clara. Ángel redactó la carta:


Y allá fue por correo postal, que botarla a la mar sería absurdo.

Pasó un día y otro día, un mes y otro mes pasó, y de Maine no volvía ninguna contestación.

26 años pasado habían y aquél viejo profesor en un cajón escondida aquélla carta encontró.

¿Valía la pena intentarlo ya, todavía, tanto tiempo después? ¿para qué? Si los encontramos ahora, conseguiremos qué.

¡Que Korihan y Travis lo sepan! Seguro que a veces se acuerdan de aquélla infantil aventura, de aquél sueño marinero, de aquélla apuesta azarosa. Un viaje no termina si no hay regreso, aquéllos niños aún se sentirán náufragos en su mensaje embotellado, que no regresó nunca.

Que los cinco de Esteiro vean cerrado el bucle, vean cumplida su parte en la historia: comunicar el hallazgo. De nada habrá servido aquél mágico encuentro, aquél sueño cumplido de Ramón.

 (Años después nuestro querido amigo Ramón falleció en un accidente de coche a los 14 años. Sin él (nuestro “capitán”) no hubiéramos vivido con tanta intensidad nuestra niñez). Y que sepamos por fin nosotros  quienes fueron aquéllos ilusos e ilusionados amigos que lanzaron la botella.
Ahora y gracias a nuestro profesor Amado, podemos cerrar ese círculo ya que nunca en todos estos años supimos quienes la habían escrito.

Que unos y otros contacten, primero los de aquí entre ellos, 27 años después cada uno tiene su vida lejos de Esteiro, al cual acudimos siempre que podemos, porque allí tenemos nuestros recuerdos de niños, nuestras vivencias, nuestro pequeño paraíso.

Y luego, claro, contactar con aquéllos críos que hoy ya tampoco lo serán. Quiénes serán, qué habrá sido de ellos, cuánto se acordarán de aquél día. Y ahora estamos todos unidos por este círculo que la distancia y los años habrá cerrado felizmente.

VALIÓ LA PENA: Había muchos Travis en Internet. Pero el primero dijo que él ayudaría. Gracias, Travis Fullmer. Él y sus amigos se pusieron a ello. Al día siguiente encontraron a Koriahn. Enseguida me escribió un mensaje, esta vez sin botella, vía Facebook. No lo ví. Pero mientras, Abeijón, otro ex-alumno afincado en N.York, se puso también a ello y también los encontró. Reaccioné. TENÍA A LOS DOS NIÑOS (no tres, eran dos hermanos).

Se ha cerrado el círculo, la nave ha vuelto a casa de su viaje por el mar  y por el tiempo. De su naufragio.
De su doble naufragio: La carta de Ángel, de Ramón, de los cinco y de los 300 alumnos del colegio HABÍA LLEGADO A SU DESTINO POR CORREO POSTAL, Koriahn y Travis sí vieron su aventura lograda, la noticia se extendió por su pueblo, salió en sus periódicos Y CONTESTARON a sus amigos españoles... que nunca recibieron esa respuesta. Les faltaba, a ellos, allá, ese bucle por completar. Tendrian mal la dirección, pensaron también. No lo volvieron a intentar tampoco.

Ahora han revivido aquélla alegría, ahora los viajeros del tiempo de uno y otro lado hemos visto cumplida una ilusión, un imposible.

Ahora nos hemos encontrado unos a otros, aquí y allí, y nos hemos hermanado.

Ahora podemos poner el THE END a esta historia. De este cuento de Navidad.

VALIÓ LA PENA.

La vida continúa, y los sueños se hacen realidad.

Muchas gracias a Amado Barrera, por dejarnos esta bella historia para contar en nuestro blog.

sábado, 14 de noviembre de 2015

POR UN MAR LIMPIO

En el apartado a) del ARTICULO 4º de nuestra Asociación dice que entre los objetivos que persigue están:
 "Defender, conservar y fomentar todo el entorno natural marítimo, cooperando con las Autoridades y sus Agentes para dicha finalidad".
Es por ello que alguno de nuestros socios en el día de hoy han colaborado con el Programa del Voluntariado de Cantabria (PROVOCA) en una de las actividades del calendario anual de dicho programa.
Con más entusiasmo que desanimo, en una soleada mañana hemos aprovechado la bajamar para limpiar la playa de Antuerta en el municipio cántabro de Santa María de Bareyo.
Uno de los arenales salvajes de nuestra costa que recibe del mar enormes cantidades del plástico en sus muchas y variadas formas y aplicaciones,  harto de que se lo que arrojamos a él.
Tristemente entre los residuos se encuentran muchos restos de plástico que  utilizan en los barcos gentes que viven del mar 
Aparejos de pesca,restos de redes, cajas del pescado, forexpan...
Ciento cuarenta kilos de cosecha...
...no servirán de alivio para nuestro querido y maltratado mar.
Por un mar limpio seguiremos  creando conciencia para que algún día el PVC tan presente en nuestras vidas deje de envenenar nuestros mares y  convertirlos en vertederos.

De continuar el vertido calculado en ocho millones de toneladas de plástico anuales al mar, en el año 2025 la cantidad de plástico en el mar será de 155 millones de toneladas. 

domingo, 4 de octubre de 2015

FARO DE AJO

A comienzos del pasado siglo XX, concretamente el 31 de agosto de 1904, el Ingeniero Jefe de Obras Públicas de Santander se dirigía a la Dirección General de Obras Públicas comunicándole la cuantía de los gastos necesarios para fijar el emplazamiento de un faro de recalada, o de largo alcance, en los Cabos de Ajo o en el de Cabo de Quejo, presupuesto que se había autorizado redactar por Orden de 28 de enero del mismo año. El proyecto del nuevo faro en el Cabo de Quejo quedó anulado por divisarse desde Ajo un amplio panorama marítimo que abarca desde las costas de Vizcaya el E. hasta el Cabo Mayor al O. El 26 de junio de 1906, Juan González Piedra, Ingeniero encargado de realizar el proyecto de emplazamiento del faro de Cabo de Ajo, que sustituyera al de Cabo Mayor de Santander, entregó el proyecto, que visto por el Rey Alfonso XIII dispuso el 28 de noviembre su construcción; y por Orden del 7 de marzo de 1910, se propuso por el Ingeniero Don José Hervella la construcción de un edificio de dos plantas rectangulares capaces para albergar a seis torreros, con torre cuadrada de mampostería de 18 metros de altura; una casa aparte para almacén, taller, lavadero, sala de maquinaria, depósito de carbón y horno, que se aprobó por Real Orden de 24 de diciembre de 1910; sin embargo, por otra Real Orden de 24 de febrero de 1914 se suprimió dicho proyecto. Ante lo dispuesto por la Real Orden salió oponiéndose el Ayuntamiento de Bareyo, alegando que se habían producido tres naufragios consecutivos en las inmediaciones de Cabo de Ajo y que era muy necesaria su construcción; atendiendo a lo solicitado se retomó el proyecto, que fue aprobado definitivamente el 11 de marzo de 1921. Pero el asunto iba lento; el Ingeniero Don Fermín Artaza presentó el 23 de julio de 1927 el proyecto del edificio del faro; se trataba de un edificio de planta rectangular de 18,90 metros de longitud por 9,20 de ancho, con torre semiempotrada en el centro de la fachada posterior; el 25 de abril de 1928 se anunciaba la subasta para su construcción, que fue adjudicada al contratista Don Ricardo Fernández Martínez en precio de 75.418 pesetas; la obra fue entregada el 14 de diciembre de 1929. El 17 de febrero de 1930 el vapor alemán “Hero” desembarcó en Santander 10 acumuladores A.M. 50; un aparato óptico y una mesa de servicio con dos cumuladores con destino al nuevo faro; el aparato de luz estaba compuesto por una linterna cilíndrica metálica de 1,80 metros de diámetro interior por 1 metro de altura, apoyado sobre un zócalo de fundición, construida por “Maquinista Valenciana”, con veleta de cojinetes metálicos y puntos cardinales, hoy en servicio; instalación de alumbrado por acetileno comprimido disuelto en acetona, con luz incandescente; un aparato óptico construido en 1920 por la casa “A. B. Garsaenmelator” de Estocolmo. Comenzó a funcionar el 9 de agosto de 1930, y el primer torrero que estuvo a su cargo fue Don Jesús González Zabala. Para dar servicio al nuevo faro hubo que construir una carretera que era un ramal de la carretera de Argoños al Puntal, de longitud de 4.455 metros, que fue entregada por el contratista Don Manuel Cubillas el 21 de marzo de 1933. Durante la Guerra Civil en faro permaneció apagado desde las 10, 45 horas del día 23 de agosto de 1936, hasta la llegada a Santander de las tropas nacionales; fue testigo de los intercambios de cañonazos entre la batería instalada por los republicanos en la cumbre del Cabo Quintres y el crucero ligero Almirante Cervera, y de la agonía y hundimiento del acorazado España el 30 de abril de 1937. El faro fue electrificado el año 1962 y su acometida eléctrica sirvió para dar servicio a los pocos vecinos que vivían en sus inmediaciones; en 1980 fue proyectada una nueva torre de hormigón por resolución de la Dirección General de Puertos y Costas de fecha 25 de junio del mismo año, con una altura de 15,70 metros, diámetro interior de 3 metros, cimientos de 2 metros de profundidad, y 2,25 metros de diámetro de linterna, alimentada con lámpara de corriente eléctrica y acetileno. La linterna y el aparato de proyección del viejo faro fue aprovechada para el nuevo. La obra fue adjudicada a “Dragados y Construcciones”, y se inauguró el 15 de marzo de 1985. El sistema luminoso fue adquirido en 3 millones de pesetas y es automático, eléctrico y de gas, con lámpara de 500 w, que proyecta grupos de luz de 3 ocultaciones cada 16´´, con alcance de 17 millas. 


viernes, 28 de agosto de 2015

HAY DOS MARES

Uno exterior,
 plagado de escollos donde golpean mil veces,
 como una abeja contra el cristal buscando la libertad.
 Y otro interior.
 Por eso sus lágrimas son saladas como la espuma del mar.

sábado, 28 de marzo de 2015

VESTIGIOS BALLENEROS

Comillas fue considerada la capital de las villas marineras en la pesca de la ballena desde el siglo XVI al siglo XVIII, siendo el último puerto ballenero del Cantábrico.

 Paseando por su costa y acantilados aún hoy en día se pueden encontrar vestigios de un pasado, de lo que se cree fueron antiguas torres balleneras para otear y avistar el paso de las ballenas y desde donde el atalayero daba el aviso al resto de sus compañeros, con señales de humo, cuernos o banderas o luminarias y desde las mismas se indicaba el camino a los remeros para acercarse con las capturas a una zona de la playa, que hoy en día todavía se conoce como "Piedra de la Ballena", donde se procedía al despiece y al reparto.

Parece ser que según las costumbres de la época, el primer trozo era para el atalayero, una parte para la Iglesia y otra para el Ayuntamiento. Luego, era transportada a la Casa de la Ballena (hoy cuartel de la guardia civil) y a las cabañas, donde se procedía a su transformación en aceite o saín.

 Además de los marineros comillanos, para estas costeras se censaban en la temporada de invierno los marineros vascos, con el fin de poder participar en las capturas y comerciar con sus productos.

 En 1720 concluyó la actividad ballenera en Comillas, pero fue tal la fama de los arponeros comillanos que 60 años después, aún eran reclamados en Canarias.

 Documentación sacada de la página del Ayuntamiento de Comillas.

martes, 20 de enero de 2015

QUIERO LLEGAR AL MAR PARA SALVARME

quiero llegar al mar
que desconozco para huir de la furia
del árbol y la piedra
quiero llegar al mar inalcanzable
para seguir aquí
con la esperanza de huir eternamente
un día la mar de tierra y horizonte
que crece dicen al final de mi calle
sin salida.
Quiero huir hacia el mar
que tengo cobijado
en mi profundo corazón tan solitario.
Letra de José Antonio Labordeta.

FOTO: "Nacimiento del río Ebro,(Fontibre,Cantábria)