Paseando ochocientos kilómetros de costa bañados por el Mar Cantábrico, unas veces manso y otras cabreado, con viento o brisa, por un sendero que a veces se vuelve abismo vertiginoso y otras plano, llano y arenoso, en cualquiera de sus tramos que comunican y unen desde La Estaca de Bares en La Coruña, hasta Bayona en Los Pirineos Atlánticos en el País Vasco Francés, pasando por Lugo, Asturias, Cantábria,,Vizcaya y Guipuzcoa nos encontraremos con rías, pequeñas playas o kilométricos arenales, pedreros, islotes y ensenadas, puertos y pueblos de marineros y muchos rincones, para la mayoría desconocidos pero cargados de historia.
En uno de esos tramos de costa de 800 kilómetros, entre el Faro de Cabo Mayor en Santander y La Maruca, al borde de un acantilado, siempre batido por las olas, se encuentra y destaca en la distancia por su blancura "El Panteón del Inglés" una sencilla, enigmática y solitaria construcción alejada de zonas urbanas.
Este monumento funerario que no alberga restos humanos fue mandado construir por José Jackson Veyán, jefe de las instalaciones telegráficas del semáforo de Cueto desde 1877 a 1909 y famoso autor teatral de la época para honrar la trágica muerte de su amigo William Rowland y así lo cuenta el propio José Jackson Veyán:
«Mi estimado amigo de la infancia, William Rowland, nieto del famoso
profesor inglés Sir Robert Rowland Hill, coterráneo y gran amigo, éste,
de mi abuelo paterno, era uno de mis más asiduos visitantes durante los
meses de estío e incluso en el otoño. Lamentablemente, en septiembre de
1889, cuando Rowland y yo cabalgábamos tranquilamente cerca del
acantilado, mientras el mar, con mayor furia que de costumbre rompía con
estruendo sobre las rocas, el caballo que montaba mi amigo se asustó de
tal forma que le derribó. A consecuencia de la fuerte caída sufrió un
duro golpe en la cabeza, con rotura craneana, que le produjo la muerte
instantánea. En tanto el caballo, por su propio peso, rodaba
despeñándose contra las rocas. A petición de la familia, ocupándome de
todo y en resistente caja mortuoria, el cadáver de Rowland fue
trasladado prontamente a Inglaterra».
José Jackson Veyán compaginó su oficio
con la pluma literaria: poeta y autor teatral nació en Cádiz en 1852 y
falleció en Madrid en 1935. Su padre, Eduardo Jackson Cortés, fue uno de
los actores teatrales más conocidos en el Cádiz del siglo XIX.
Merece la pena este paseo por la belleza del lugar y al mismo tiempo recordar y evocar una historia no tan lejana, cuando la dedicación de personas como José Yacksón Veyán desde su semáforo y con los escasos medios de la época a su alcance ponía en comunicación y avisaba evitando múltiples tragedias, naufragios y desgracias personales.
"El primer establecimiento semafórico en España se instalo en Tarifa en 1873 y el
30 de septiembre 1874 se inaugura el semáforo de Santander, sito en
Cueto un poco más allá del faro Mayor en el lugar que antiguamente
ocupaba el castillo del Ano . según el diario El
Globo de 28 de julio de 1878 el edificio en el que estaba colocado el
aparato desde el cual se enviaban las señales reunía todas las
comodidades posibles habiendo en él tres habitaciones par que pudiese
vivir con comodidad el funcionario que estuviese a cargo de la transmisión de los despachos.
Estas
señales se efectuaban mediante banderas, conos y esferas izadas
utilizando para ellos el código Morse. En 1875 se pone en funcionamiento
un telégrafo eléctrico que permite poner en contacto el semáforo con
Santander, siendo que desde ese momento son miembros del cuerpo de
telégrafos quien se hacen cargo del funcionamiento En
1876 llega a Santander procedente de Madrid, Jackson Veyán quien ya
había estado destinado en la localidad de Santander hacia unos años;
precisamente Santander fue su primer destino en 1871. En esta segunda
ocasión llega Jackson no sólo a ocuparse del funcionamiento del Semáforo
sino también para adiestrar en el manejo de los jóvenes que en 1877
acababan de ser destinados al Semáforo."
Matilde Camus en su obra “Historia del Lugar de Cueto” nos trascribe parte de un libro de notas de Jackson Veyán llamado “Breves apuntes”: “Quede gratamente impresionado ante el bellísimo paisaje que se tendía ante mis asombrados ojos. Todo eran verdes campiñas, y al fondo, un mar profundo que ya nunca olvidare…
Para más documentación pinchad en este enlace.
http://josejacksonveyan.blogspot.com.es/2009/05/jackson-veyan-y-cueto-santander-i-parte.html
9 comentarios:
Passei para uma visitinha.
Imagens belíssimas.
¸.•°♡♡彡
Feliz Páscoa!
Com muita paz e harmonia no coração, na família e com todos seus amigos!!!
Beijinhos de sua amiga
do Brasil.
¸.•°♡♡彡
Que bonitas fotos y tan bien documentadas, la verdad es que tenemos una tierra de lo más bonita.
Va un cordial saludo.
En Camariñas tenemos un "cementerio de los ingleses", con los restos de los 175 jóvenes marinos ingleses del SErpten, naufragado aquí en 1890
Nos hace mucho estuve dando un paseo por esa zona. Tus fotos hacen honor a su belleza. Has aprovechado estupendamente las luces.tendríamos que ir un día de temporal...
· un abrazo
· uno · & · otro ·
Impressionantemente belo...
Beijos.
Geniales fotos y sorprendente historia.
un abrazo
fus
Preciosas fotos y muy ilustrativa historia...gracias por compartirla y por tus comentarios en mi blog. TE sigo. Un abrazo.
Preciosas fotos y muy ilustrativa historia...gracias por compartirla y por tus comentarios en mi blog. TE sigo. Un abrazo.
Gracias por compartir tejón. No sabía de ello.
Un abrazo
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