domingo, 4 de octubre de 2015

FARO DE AJO

A comienzos del pasado siglo XX, concretamente el 31 de agosto de 1904, el Ingeniero Jefe de Obras Públicas de Santander se dirigía a la Dirección General de Obras Públicas comunicándole la cuantía de los gastos necesarios para fijar el emplazamiento de un faro de recalada, o de largo alcance, en los Cabos de Ajo o en el de Cabo de Quejo, presupuesto que se había autorizado redactar por Orden de 28 de enero del mismo año. El proyecto del nuevo faro en el Cabo de Quejo quedó anulado por divisarse desde Ajo un amplio panorama marítimo que abarca desde las costas de Vizcaya el E. hasta el Cabo Mayor al O. El 26 de junio de 1906, Juan González Piedra, Ingeniero encargado de realizar el proyecto de emplazamiento del faro de Cabo de Ajo, que sustituyera al de Cabo Mayor de Santander, entregó el proyecto, que visto por el Rey Alfonso XIII dispuso el 28 de noviembre su construcción; y por Orden del 7 de marzo de 1910, se propuso por el Ingeniero Don José Hervella la construcción de un edificio de dos plantas rectangulares capaces para albergar a seis torreros, con torre cuadrada de mampostería de 18 metros de altura; una casa aparte para almacén, taller, lavadero, sala de maquinaria, depósito de carbón y horno, que se aprobó por Real Orden de 24 de diciembre de 1910; sin embargo, por otra Real Orden de 24 de febrero de 1914 se suprimió dicho proyecto. Ante lo dispuesto por la Real Orden salió oponiéndose el Ayuntamiento de Bareyo, alegando que se habían producido tres naufragios consecutivos en las inmediaciones de Cabo de Ajo y que era muy necesaria su construcción; atendiendo a lo solicitado se retomó el proyecto, que fue aprobado definitivamente el 11 de marzo de 1921. Pero el asunto iba lento; el Ingeniero Don Fermín Artaza presentó el 23 de julio de 1927 el proyecto del edificio del faro; se trataba de un edificio de planta rectangular de 18,90 metros de longitud por 9,20 de ancho, con torre semiempotrada en el centro de la fachada posterior; el 25 de abril de 1928 se anunciaba la subasta para su construcción, que fue adjudicada al contratista Don Ricardo Fernández Martínez en precio de 75.418 pesetas; la obra fue entregada el 14 de diciembre de 1929. El 17 de febrero de 1930 el vapor alemán “Hero” desembarcó en Santander 10 acumuladores A.M. 50; un aparato óptico y una mesa de servicio con dos cumuladores con destino al nuevo faro; el aparato de luz estaba compuesto por una linterna cilíndrica metálica de 1,80 metros de diámetro interior por 1 metro de altura, apoyado sobre un zócalo de fundición, construida por “Maquinista Valenciana”, con veleta de cojinetes metálicos y puntos cardinales, hoy en servicio; instalación de alumbrado por acetileno comprimido disuelto en acetona, con luz incandescente; un aparato óptico construido en 1920 por la casa “A. B. Garsaenmelator” de Estocolmo. Comenzó a funcionar el 9 de agosto de 1930, y el primer torrero que estuvo a su cargo fue Don Jesús González Zabala. Para dar servicio al nuevo faro hubo que construir una carretera que era un ramal de la carretera de Argoños al Puntal, de longitud de 4.455 metros, que fue entregada por el contratista Don Manuel Cubillas el 21 de marzo de 1933. Durante la Guerra Civil en faro permaneció apagado desde las 10, 45 horas del día 23 de agosto de 1936, hasta la llegada a Santander de las tropas nacionales; fue testigo de los intercambios de cañonazos entre la batería instalada por los republicanos en la cumbre del Cabo Quintres y el crucero ligero Almirante Cervera, y de la agonía y hundimiento del acorazado España el 30 de abril de 1937. El faro fue electrificado el año 1962 y su acometida eléctrica sirvió para dar servicio a los pocos vecinos que vivían en sus inmediaciones; en 1980 fue proyectada una nueva torre de hormigón por resolución de la Dirección General de Puertos y Costas de fecha 25 de junio del mismo año, con una altura de 15,70 metros, diámetro interior de 3 metros, cimientos de 2 metros de profundidad, y 2,25 metros de diámetro de linterna, alimentada con lámpara de corriente eléctrica y acetileno. La linterna y el aparato de proyección del viejo faro fue aprovechada para el nuevo. La obra fue adjudicada a “Dragados y Construcciones”, y se inauguró el 15 de marzo de 1985. El sistema luminoso fue adquirido en 3 millones de pesetas y es automático, eléctrico y de gas, con lámpara de 500 w, que proyecta grupos de luz de 3 ocultaciones cada 16´´, con alcance de 17 millas. 


3 comentarios:

alp dijo...

Preciosa Foto y muy buena explicación... Un saludo desde Murcia...

Unknown dijo...

Bonitas tonalidades en el cielo, una puesta de sol maravillosa y una muy buena composicion.
Un abrazo

Unknown dijo...

Bonitas tonalidades en el cielo, una puesta de sol maravillosa y una muy buena composicion.
Un abrazo