Perpetuamente sentada frente al mar está la “Vieja del Paseo” en Muros. Espera por aquel hijo que partió embarcado un día de ya hace muchos años y nunca regresó.
Acurrucadita, cubierta con su negro chal y su toquilla perpetua, con su mirada siempre fija en la bocana del puerto, espera ser la primera en ver asomar la proa del buque donde navegaba alguno de sus hijos.
Nunca se cansa, jamás desfallece, estará allí sentada por siempre, y para siempre cara al mar, hasta ver como llega el que nunca ha de venir.
A sus pies reza la leyenda... “Imos quedando sos, o mar o barco e mais nós”. Pero no, no queda la sola, ¡tiene toda una villa sus espaldas! Porque en cada hogar, en cada ventana, o bajo de alguno de los arcos que recorren el frente del pueblo, se encuentra una madre, una viuda, un hermano o un vecino, que siempre esperarán junto con la vieja, por quien zarpó un día para la mar y nunca regresó.
sábado, 24 de abril de 2010
La Vieja del Paseo
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2 comentarios:
Hace 1 semana estube en ese mismo lugar.
Un Saludo.
¡Cuantas madres...!
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